Vida / Portrait

 

Vida

Los primeros veinte años de mi vida los he vivido como suiza en el extranjero en Italia, por lo que tuve la suerte de descubrir mi amor por el idioma italiano, la cultura y el capuchino. A pesar de que soy suiza-alemana, sólo en ese país me aceptan como una nativa. Hacer malabarismo con dos idiomas, dos países y dos actitudes ya estaba en mi infancia, el lema de mi vida. Siempre estaba en el medio – “inter-esse” – y encontré esa etapa muy interesante.

Los segundos veinte años los he vivido en Alemania (Brandenburgo) y en Suiza, donde estudié Germanística y Romanística, me he doctorado, trabajé en la industria y enseñé en varias escuelas secundarias; por supuesto, alemán e italiano. Esta vez los malabarismos fueron para criar cuatro hijos, ir al trabajo e inventar tiempo para mí, el cual utilicé cada vez más para escribir.

Hace más de diez años estoy trabajando en mis próximos veinte años. Me tomé el tiempo con mi familia con unos intervalos de tres años para vivir en ciudades italianas: Milán, Venecia, Roma… El amor por el idioma italiano, la rica cultura y el capuchino todavía están allí, se han profundizado. Se asoció el amor por la naturaleza, que siempre me recuerda el sentido más profundo de la vida.

En el 2011 me trasladé con mi familia a Santiago de Chile, donde trabajé hasta febrero 2018 como directora de un colegio. En el 2018 mudè a Roma para tomar el mejor capuchino del mundo. Desde el 2021 vivo nuevamente en Suiza, donde trabajo en la rectoría de un colegio.

En mi tiempo libre viajo para obtener inspiración para mis cuentos. Cada vez que puedo, organizo talleres para relatar mis libros en escuelas y bibliotecas.

 

Portrait

Die ersten zwanzig Jahre meines Lebens habe ich in Italien verbracht, wodurch ich das Glück hatte, meine Liebe zur italienischen Sprache, Kultur und zum Cappuccino zu entdecken. Obwohl ich eine waschechte Deutschschweizerin bin, gelte ich nur in jenem südlichen Land als Einheimische. Mit zwei Sprachen, Ländern und Mentalitäten zu jonglieren wurde bereits in meiner Kindheit zu meinem Lebensmotto. Stets stand ich dazwischen – “inter esse” – und fand diesen Zustand ausgesprochen interessant.

Die zweiten zwanzig Jahre lebte ich in Deutschland (Land Brandenburg) und in der Schweiz, wo ich Germanistik und Romanistik studierte, doktorierte, in der Wirtschaft arbeitete und an verschiedenen Gymnasien unterrichtete, natürlich Deutsch und Italienisch. Das Jonglieren verschob sich darauf, vier Kinder grosszuziehen, zu arbeiten und Zeit für mich zu erfinden. Diese nutzte ich immer wieder, immer öfter zum Schreiben.

Seit mehr als zehn Jahren arbeite ich nun an den nächsten zwanzig Jahren. Auszeiten nehme ich mir mit meiner Familie im Dreijahresabstand. Da zieht es mich in die eigene Vergangenheit italienischer Städte zurück: Mailand, Venedig, Rom … Die Liebe zur romanischen Sprache, zur reichen Kultur und zum Cappuccino sind geblieben, haben sich vertieft. Dazu gesellt sich eine enge Verbundenheit zur Natur, die mir immer wieder vor Augen führt, was das Leben auch noch bedeutet.

2011 bin ich mit meiner Familie nach Santiago de Chile gezogen, wo ich bis Februar 2018 als Schulleiterin tätig war. 2018 zog ich nach Rom, um den besten Cappuccino der welt zu geniessen. Seit 2021 lebe ich wieder in der Schweiz und arbeite in der Schulleitung eines Gymnasiums.
In meiner Freizeit reise ich, um Inspiration für mein Schreiben zu gewinnen. Wann immer ich kann, erzähle ich aus meinen Büchern anlässlich verschiedener Lesungen in Schulen und Bibliotheken.